Aisha es una niña de 11 años que huyó de Siria con sus cinco hermanos tras perder a su padre en la guerra. Actualmente vive en un campo de refugiados del Valle de la Bekaa (Líbano), una de las zonas con mayor densidad de población refugiada. Ella pasa la mayor parte de su tiempo dibujando, recolectando retales de piezas y tejiendo las mismas. A pesar de su corta edad y la dureza de su experiencia, tiene las ideas claras: «Quiero ser diseñadora de moda. Seré una diseñadora famosa». Los sueños de Aisha son los nuestros.
Según informes recientes, más de 2,5 millones de niños se han visto obligados a abandonar sus hogares durante la guerra en Siria, su país de origen. Una guerra que se inició hace 9 años y que sigue siendo un drama de dimensiones incalculables, a pesar del silencio mediático que la rodea en la actualidad. Además, otro alto porcentaje de niños han nacido ya lejos de su país, en campos de refugiados como alguno de los 36 que URDA Spain atiende en Líbano. Niños como Aisha, que lo han perdido todo pero no desfallecen en su esfuerzo por lograr una vida mejor.
La pandemia por COVID-19 ha sido un duro golpe para miles de niños que han visto cómo se añade una nueva carga a las secuelas psicológicas que arrastran. Desde que se declaró la pandemia, desarrollamos una Campaña de Prevención que está permitiendo que la población refugiada, ya inmersa en una situación extrema por la falta de medios para tener una vida digna, no se vea afectada por el virus. Y, en todo momento, hemos prestado especial atención a nuestros Programas de Protección a la Infancia, que proporcionan apoyo psicosocial y educativo a los más vulnerables. Dichos programas se han mantenido de manera que permitan a los niños continuar con su desarrollo a pesar de las graves circunstancias de confinamiento.
Afortunadamente, ya hemos podido iniciar con las actividades presenciales. Cientos de niños comienzan de nuevo a reunirse con sus amigos y los responsables de nuestros programas para recuperar la sonrisa y el camino hacia un futuro digno. Por supuesto, mantenemos las medidas de seguridad necesarias para evitar contagios. Gel hidroalcóholico, toma de temperatura, distancia, mascarillas cuando se precisan y todo aquello que permita continuar de manera segura con unas actividades que son imprescindibles para el desarrollo psicológico y educativo de los más pequeños.
La pandemia ha supuesto un duro golpe también para la gestión de los fondos de URDA Spain. Pero nuestras prioridades son y siempre serán las personas, especialmente aquellas más vulnerables, como son mujeres y niños, que también son los principales beneficiarios de la venta de nuestra #mascarillarefugiARTE. Nos hemos visto obligados a diversificar y reorganizar, pero estamos contentos con el resultado. Y seguiremos trabajando para que Aisha y muchos niños más puedan ver cumplidos sus sueños. Nos alegra saber que no estamos solos y podemos contar contigo.
#Estáentumano lograr un cambio real en la vida de los más vulnerables.