Como cada 8 de Marzo, reivindicamos los derechos de las mujeres, pero especialmente la situación de las mujeres migrantes y solicitantes de protección internacional. El hecho de ser mujer, además en movilidad, sea inmigrante o refugiada, la sitúa en un contexto de mayor vulnerabilidad a la discriminación y a la exclusión económica y social. Se unen además otras problemáticas, como el desconocimiento del idioma, la falta de formación o imposibilidad de homologar sus estudios, dificultades para conciliar, racismo, prejuicios y discriminación. Por esto, trabajamos desde la interseccionalidad para comprender las dificultades que se interrelacionan en la vida de las mujeres y poder ofrecerles una atención social.
Nuestro objetivo en este 8 de Marzo es escuchar las demandas de las mujeres migrantes, y reivindicar su espacio y su participación, visibilizar su propio proceso de empoderamiento a través de espacios de encuentro intercultural entre mujeres, desde la libertad y el respeto a las diferencias.
En este día reivindicamos la autonomía en la toma de decisiones, autonomía económica y reparto de los trabajos en igualdad distributiva, derechos sexuales y reproductivos, y el derecho a una vida libre de violencia y discriminación.
Por último, es importante poner el foco en la sociedad receptora, ya que la lucha por la convivencia es un trabajo que nos incumbe a todas y todos. Sólo desde el respeto a la diferencia y con un trabajo en el que todas las partes estén implicadas se podrá construir la convivencia intercultural. Para poder llevar esto a cabo, desde la organización Urda Spain damos mucha importancia al trabajo con el tejido asociativo del barrio de Vallecas, como asociaciones vecinales, comunidad educativa y otras entidades sociales, para fomentar el trabajo en red e impulsar acciones sociales.